Nació el 8 de noviembre de 1894 en Cella, España.

Enseñó durante 40 años en la Escuela de Montemolín en Zaragoza. Cuantos le conocieron lo recuerdan como modelo de vida, de equilibrio y de serenidad. Trascurrió su existencia amando a Dios y a los hombres, sus hermanos. Su principal cuidado fue plasmar en el alma de sus alumnos el auténtico ideal cristiano de fieles seguidores de Cristo.
Murió en olor de santidad en Zaragoza el 14 de marzo de 1976.

El 13 de junio de 1980, sus restos mortales fueron trasladados desde Santa María de la Estrella, en San Asensio, Logroño, a la capilla del Colegio La Salle-Montemolín, donde fueron enterrados.

05/03/1988:   Inicio del Proceso Diocesano en la Diócesis de Zaragoza:

El hermano Adolfo es un Siervo de Dios

15/12/1990:   Cierre del proceso diocesano.

27/07/1999:    Presentación de la Positio a la Congregación para las Causas de los Santos en Roma.

11/12/2014:    Congreso teológico «super vita, virtutibus et fama sanctitatis».

15/12/2015:   Plenaria de cardenales y obispos

17/12/2015:   Decreto sobre la heroicidad de las virtudes:

El Hermano Adolfo es Venerable