Boletín del Instituto N.º 262: “Este Instituto es de grandísima necesidad”
Vamos terminando de atravesar un bienio de celebraciones importantes. Son trescientos años de dos documentos fundamentales en nuestra identidad institucional: la Patente real que dio existencia legal a los Hermanos de las Escuelas Cristianas y la Bula papal que aprobó el Instituto y la Regla, autorizando un nuevo estilo de vida cristiana en la Iglesia. Esta edición del Boletín del Instituto quiere celebrar este acontecimiento, pero quiere hacerlo de un modo que mira hacia el futuro.
Mirar el futuro es parte de la identidad lasaliana
Nuestra Comunidad nació así, claramente: atendiendo las necesidades presentes de los pobres mirando el futuro del mundo con una esperanza fundada en la fe de Jesús.
Es el deseo de colaborar en la llegada del Reino a la sociedad el que impulsa al Sr. De La Salle y a la primera generación de Hermanos a crear aquellas primeras comunidades y escuelas. Pero, como ya ha sido tan reflexionado en nuestra historia, lo que lleva a constituir esta Sociedad de las Escuelas Cristianas, no es un plan premeditado, una intuición genial salida de la nada. Lo que está a la raíz de nuestro Instituto es una identidad que se descubre andando, el proceso del encuentro de las personas al servicio de una misión que busca y se amplía permanentemente. Esa es la fuerza instituyente que llega una y otra vez a formas instituidas siempre nuevas: la Asociación para el servicio educativo de los pobres.
“Este Instituto es de grandísima necesidad”. El título de este Boletín es cita de una convicción identitaria. ¿Cuál es la necesidad? Es colaborar a que el Reino llegue este mundo quebrando la lógica que, a lo largo de la historia, se ha ido instalando en múltiples sistemas que profundizan la desigualdad, reparten el hambre, excluyen a varones y mujeres, impiden el crecimiento orgánico de las personas, apuestan al éxito de unos pocos, refuerzan enemistades… A todo eso, la apuesta instituyente es el “juntos y por asociación” para ofrecer una pedagogía de la fraternidad hecha espacios donde la convivencia ayude a aprender a vivir bien.
La estructura con la que presentamos el material de este Boletín intenta seguir el proceso de la institucionalización del Instituto. Como el H. Michel Sauvage lo ha resaltado tantas veces desde 1998, algunos momentos de la vida del Instituto deben comprenderse como nuevas fundaciones, como refundaciones. No en el sentido de rupturas que dan lugar a otra cosa sino como momentos en los que el proyecto renace, se vuelve a encontrar con las necesidades cambiadas del mundo y reinventan vida, espiritualidad, comunidad y misión. Es la fuerza de la Asociación que busca revitalizar las formas que el carisma recibido del Espíritu de Jesucristo va tomando en el tiempo y el espacio.
Una primera sección mira el pasado y se centra en la Bula de Aprobación de 1725.
El texto de la Bula no resulta tan conocido entre los lasalianos. Por eso pedimos a Vincenzo Rosati, joven lasaliano italiano, profesor de latín, que hoy está trabajando en México, que nos ofreciera una nueva traducción en un lenguaje más cercano a las hablas contemporáneas. A su generosidad agradecemos, lo mismo que a la de los distintos traductores.
Acompañándolo hemos incorporado dos breves artículos sobre la historia de la Bula: uno sobre el proceso hasta conseguirla y otro del H. Josean Villalabeitia sobre la recepción entre los Hermanos. Además, una parte del clásico estudio del H. Maurice-Auguste y un aporte inédito realizado por una estudiosa italiana que realizó un trabajo sobre este documento. Gianna Calandrella ha sido muy gentil en escribir para nosotros una versión abreviada de su tesis.
Cierra esta parte la transcripción de una alocución del H. Pedro Gil Larrañaga en el seminario sobre Asociación que se realizó en octubre de 2024. Es un apunte para ayudarnos a situar la lectura de la Bula. Una lectura interesada en el futuro.
Una segunda sección se concentra sobre el presente.
Su punto de partida es el encuentro que tuvimos el 15 de mayo de 2025 con el Papa León. Habíamos trabajado para un encuentro con el Papa Francisco y la Providencia nos entregó a su sucesor. La palabra del Papa ha sido muy importante en nuestra historia y, celebrando el Tricentenario del primero de esos diálogos no podíamos dejar de buscar una nueva interlocución.
El H. Claude Reinhardt retoma el estudio de la Bula y enfoca la cuestión en torno a las preguntas que aquella palabra y la interpretación sobre la que reflexionó el H. Josean suscitaron en el Instituto.
Luego, distintos aportes nos ayudan a mirar la situación actual del Instituto. El H. Carlos Gómez Restrepo, Vicario General, reflexiona sobre el paso necesario que nuestra identidad debe dar para ser significativos en este mundo y no pensar que somos necesarios sin que nada cambie en el contexto de un cambio de época. Jerald Joseph, presidente de la Comisión de Justicia y Paz del Instituto, nos ayuda a profundizar en uno de los grandes desafíos que tenemos actualmente: la atención a la crisis ecológica y económico-social, que no son sino una.
Dos artículos cierran esta sección indicándonos algunos caminos de concreción. El H. Pedro Gil nos ayuda a pensar sobre la nueva Comunidad lasaliana, Comunidad de Hermanos y seglares. Y el H. Jeyakumar Kulandaisamy sobre el Movimiento Levadura del que es protagonista.
La última sección mira directamente al futuro.
El H. Martín Digilio, Consejero General, reflexiona sobre el futuro del Instituto pensado dentro de un gran movimiento lasaliano. Y tres jóvenes lasalianos nos traen su voz para responder a la pregunta de cómo piensan el Instituto en el camino al cuarto centenario de la Bula. Este grupo incluye a una mujer, un seglar y un Hermano. Ella es de PARC, el joven seglar es de RELAL y el joven Hermano es de RELAF.
Por último, el H. Armin Luistro, Superior General, nos ofrece una palabra que no cierra sino abre la reflexión.
A todos, muchísimas gracias por su colaboración. Y a todos ustedes, compañeros y hermanos lectores y lectoras, nuestro deseo de que la lectura de este Boletín les ayude a crecer en conciencia y generosidad como lasalianos. Ese deseo se hace oración por todos y cada uno de ustedes.
H. Santiago Rodríguez Mancini, FSC
Director de la Oficina de Patrimonio Lasaliano e Investigación