Hno. Álvaro López: “Dios me llama a ser testigo de lo que he visto y oído”
El pasado 28 de agosto de 2025 el Hermano Álvaro López Falcón, del Distrito Arlep (La Salle en España y Portugal) ha realizado los votos perpetuos, reafirmando así su opción por la vida consagrada, como Hermano de las Escuelas Cristianas, dispuesto a dedicar toda su vida a la misión y al carisma heredado de San Juan Bautista de La Salle.
“Dios me llama a ‘ser testigo de lo que he visto y oído’ (Hch 22,15). He visto y oído su acción en mi vida, entre mis familiares, mis amigos, en mi formación inicial, hasta el día de hoy”, ha comentado el Hno. Álvaro, unas horas antes de realizar su profesión perpetua, agregando que también “he visto y oído a un Dios que se sirve de apóstoles, para acercarse a los niños excluidos, de los barrios marginales, de las periferias, y ofrecerles a través a la educación un futuro distinto”.
Releer la historia vocacional
Asimismo, al hacer una relectura de su historia vocacional, el Hno. Álvaro evoca las palabras del Santo Fundador en una de sus Meditaciones: “Vosotros (…) os habéis consagrado para vivir en esta comunidad (…) y para fijar en ella vuestra morada. Debéis considerar tal día como aquel en que comenzó vuestra felicidad en la tierra para consumarse en el cielo” (MF 191.1.2).
“Sin muchas precisiones y con más corazón que rigor académico, deseo hacer eco de estas palabras en mi propia vida. De ahí que pueda corroborar, ciertamente, que mi alegría comenzó el día en que puse un pie en este Instituto”, comenta el joven religioso originario de Arucas, Gran Canaria, en las Islas Canarias (España), quien inició su itinerario lasaliano en su ciudad natal a la edad de 3 años en el Colegio La Salle. Allí creció en su formación humana y cristiana hasta la edad de 16 años, cuando se trasladó a un instituto público para finalizar sus estudios preuniversitarios.
El Hno. Álvaro recuerda que en aquellos años “tuve la suerte de compartir itinerario con otros lasalianos de corazón que me fueron transmitiendo valores para formarme integralmente. No solo las horas en el aula y los diálogos con Hermanos y docentes me ayudaron a desarrollarme de forma integral, sino también gracias a la participación en los Grupos Cristianos – Salle Joven, que me brindó la oportunidad de adentrarme en la espiritualidad lasaliana y sentirme parte de una familia más amplia que los límites insulares”.
La centralidad de la vida comunitaria
En torno a la centralidad de la vida comunitaria, el Hno. Álvaro también comenta que “el diálogo con el Hno. Luis Rubio y el acercamiento a la comunidad de los Hermanos fue el ‘detonante’ para reconocer la consagración a la que me llamaba el Señor”. En este sentido, manifiesta que siempre le ha llamado la atención el hecho de que, en la fórmula de los votos que Juan Bautista de La Salle emite con primeros Hermanos, “siempre menciona el nombre de cada uno de ellos”, es decir, “no se asociaba con un conjunto abstracto de personas, sino con rostros e historias concretas”.
“De ahí que, con el transcurso de los años y el paso por distintas comunidades y centros educativos, hoy atesore nombres y rostros concretos que han configurado mi propio itinerario vocacional y sigan siendo motivo de alegría en mi consagración”, agrega el joven religioso español.
La celebración de los Votos Perpetuos del Hno. Álvaro tuvo lugar en La Salle Griñón, con la participación de familiares, amigos y acompañado de Hermanos de distintas comunidades, en cabeza del Hno. Esteban de Vega, Visitador del Distrito.
En esta efeméride, en la que algunos Hermanos también conmemoraron sus bodas de plata y de oro de profesión perpetua, y otros renovaron sus votos temporales, también participaron el Superior General del Instituto, el Hno. Armin Luistro, y dos Consejeros Generales, los Hermanos Martín Digilio y Joël Palud.
Al evocar las palabras que el Papa León XIV dirigió a los Hermanos de las Escuelas Cristianas el 15 de mayo de 2025, en la audiencia que concedió con motivo del tercer centenario de la Bula de Aprobación del Instituto y el 75.º aniversario de la proclamación de San Juan Bautista de La Salle como Patrono celestial de todos los educadores, el Hno. Armin subrayó que así como los jóvenes son “un volcán de vida, energía, sentimientos e ideas, como se puede ver en las cosas maravillosas que son capaces de hacer”, “el evento de hoy en el Distrito es como una ruptura en la corteza de nuestro Instituto: una explosión de muchas cosas maravillosas que Dios obra a través de nosotros”.
Pequeños pasos decisivos
Al recordar que “la Misión Lasaliana no se planta ni se nutre con estruendos y fuegos artificiales, sino con pequeños pasos decisivos”, el Superior General aseveró que “como la levadura que actúa silenciosa y pacientemente para que la masa fermente, la historia lasaliana se comprende y se aprecia mejor en esos momentos privilegiados de encuentro: entre el maestro y el alumno, entre las hermanas y los hermanos, lejos de nuestras zonas de confort, en las periferias, y siempre con muchos momentos de silencio caminando con el Dios del Camino”.
“Es mi esperanza y mi oración que la gran celebración que disfrutaremos hoy fortalezca nuestra determinación de emprender la ‘maravillosa aventura’ de nuestra fraternidad, llevando la luz de Cristo a quienes están ‘lejos de la salvación’”, concluyó el Hno. Armin Luistro.
Como Familia Lasaliana nos unimos a estas intenciones y damos gracias a Dios por la vocación de tantos Hermanos que han emprendido “la aventura de la fraternidad” siguiendo los pasos de San Juan Bautista de La Salle y los primeros Hermanos.