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El reloj marcaba las 10:30 de la mañana el pasado viernes 20 de junio, cuando el Hno. Rodolfo (Cosimo) Meoli falleció en el hospital Agostino Gemelli de Roma, donde había ingresado por una fuerte infección que se había vuelto cada vez más perniciosa, y que lo había postrado en cama durante las últimas semanas en su comunidad del Colle La Salle. Había cumplido 87 años de edad el pasado 16 de abril.

“Nos deja un Hermano con un profundo sentido religioso, animado por un profundo amor por su vocación, cuya importancia apreciaba y hacía apreciar”, ha  dicho el Hno. Gabriele Di Giovanni, Visitador del Distrito de Italia, evocando algunas de las cualidades por las que fue reconocido el Hno. Rodolfo a lo largo de su vida: “era un caballero en sus modales y en sus relaciones con la gente: siempre sereno, educado, serio, equilibrado en sus juicios. Reservado, pero no huraño; atento sin ser invasivo”.

Orígenes y formación

Hijo de Antonio Meoli y Nicoletta Capasso, el Hno. Rodolfo nació en Cacciano di Cautano (Italia) el Sábado Santo 16 de abril de 1938, el mismo día en que se firmaron los acuerdos entre Italia y Inglaterra sobre asuntos coloniales. Su ciudad, situada en las laderas de Taburno, al sur de Italia, ha sido un importante centro agrícola, famoso por su variedad de uva aglianico.

Tres días después de su nacimiento fue bautizado en la iglesia de San Andrés, donde también recibió la Primera Comunión.

Después de la guerra, en 1949, ingresó al Aspirantado de Albano, iniciando así el proceso de formación que lo llevaría a ser Hermano de las Escuelas Cristianas. Luego de realizar el Postulantado en Torre del Greco (Nápoles), ingresó al Noviciado en 1953. Profesó sus primeros votos un año después, en 1954, y realizó el Escolasticado en el Colle La Salle (1954 – 1955), así como la capacitación docente (1956). A los 25 años de edad emitió sus votos perpetuos en Santa Croce al Flaminio (Roma), el 10 de agosto de 1963.

Pasión por la educación y la música

Durante aquellos años, además de los retiros de 20 y 30 días que realizaban los Hermanos —en su caso, en 1957 y 1962, respectivamente—, el Hno. Rodolfo cultivó su pasión por el canto gregoriano, diplomándose en 1960. “Era un excelente organista y se prestaba gustoso a acompañar los cantos de la comunidad, y durante algunos años también enseñó música”, comenta el Hno. Gabriele.

Desde muy joven se desempeñó como docente, siendo también acompañante de los aspirantes a Hermanos entre 1957 y 1960. Entre 1960 y 1969 prestó sus servicios en el Colegio para Huérfanos de la Seguridad Pública dirigido por los Hermanos, primero como docente y luego, desde 1965, como subdirector.

Posteriormente, entre 1969 y 1971 vivió en Acireale. En este período enseñó música y obtuvo la licenciatura en Lenguas y Literaturas Extranjeras con una tesis sobre Michel de Saint Pierre témoin de son temps, un autor francés católico ampliamente reconocido en la época.

A la edad de 33 años asumió la dirección del Instituto San Luigi di Acireale. Corría el año de 1971. Luego, de 1975 a 1981 fue responsable de la escuela secundaria del Colegio San Giuseppe de Roma. Más adelante, tras un periodo de estudios y renovación en el CIL (Centro Internacional Lasaliano), en 1983, fue nombrado Director del Instituto Bartolo Longo de Pompeya, donde permaneció ocho años, antes de trasladarse a Nápoles y luego incorporarse al Colle La Salle.

Sus años de servicio y liderazgo en diversas obras lasallistas en Italia no le impidieron ejercer la docencia en el campo de la religión como de las lenguas inglesa y francesa.

Postulador y Procurador General del Instituto

A partir de 1994 el Hno. Rodolfo llegó a la Casa Generalicia en Roma para asumir el cargo de Postulador General del Instituto, llevando adelante los procesos canónicos relacionados con la causa que conlleva a que la Iglesia católica declare venerables, beatos y santos a los Hermanos que murieron “en olor de santidad”, muchos de ellos derramando su sangre en el martirio.

De igual forma, entre 1999 y 2006 ejerció el cargo de Procurador General, encargándose de las relaciones entre el Instituto y la Santa Sede.

Bajo su liderazgo y generosa dedicación como Postulador, que se extendió por 28 años —hasta el más reciente Capítulo General—, el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas vio crecer exponencialmente el número de santos, beatos, venerables y siervos de Dios.

El Hno. Rodolfo y la santidad lasallista

Gracias a su carismática labor, el 28 de octubre de 2007 fueron beatificados numerosos Hermanos martirizados en Barcelona, Cartagena, Griñón, Madrid – Sagrado Corazón, Tarragona, Toledo y Valencia, durante la Guerra Civil en España.

De igual forma, el 21 de noviembre de 1999 fueron canonizados ocho Hermanos mártires de Turón: Cirilo Bertrán, Marciano José, Julián Alfredo, Victoriano Pío, Benjamín Julián, Augusto Andrés, Benito de Jesús y Anicet Adolfo.

Además de acompañar de cerca la positio de muchos Hermanos españoles, la labor del Hno. Rodolfo fue fundamental para la beatificación del Hno. Raphael Louis Rafiringa, el 7 de junio de 2019; del Hno. James Miller, el 7 de diciembre del mismo año; así como la canonización del Hno. Salomón Leclercq, que tuvo lugar el 16 de octubre de 2016.

También durante el tiempo en que fue Postulador General del Instituto fueron beatificados tres Hermanos mártires de la Revolución Francesa (“los mártires de los Pontones de Rochefort”): Rogelio, Uldarico y León; y fueron declarados venerables los Hermanos Gregorio Bühl, Alpert Motsch, Andrés Hibernon, Adolphe Chatillón, Victorino Nymphas, Adolfo Lanzuela, y Juan Fromental Cayroche (Hno. Juanito), fundador de las Hermanas Guadalupanas de La Salle.

Reconocimientos internacionales

“El Hno. Rodolfo veía en los santos lasalianos una forma, la más elevada, de dar valor al mundo lasaliano”, asevera el Hno. Gabriele.

Su amplia trayectoria y experticia frente a los procesos internos de la Iglesia católica para que una persona sea inscrita en el libro de los santos, lo llevaron a ocupar la presidencia del Colegio de Postuladores en la Congregación para la Causa de los Santos entre 2013 y 2016, y a recorrer muchos países para ofrecer asesorías, conferencias y compartir su testimonio sobre el carisma y la santidad lasalianas.

Entre los múltiples reconocimientos que recibió a lo largo de su vida, sobresalen el Doctorado en humanidades honoris causa que le concedió la Universidad de Belén el 13 de junio de 2014; y el premio “caritatis in veritate”, categoría internacional, otorgado por la Academia Venezolana Internacional de Hagiografía para Italia, el 10 de marzo de 2017.

Legado que perdura

El amplio legado que deja el Hno. Rodolfo incluye múltiples publicaciones, algunas referidas a la historia del antiguo Distrito de Roma, otras sobre la figura del Hno. Gabriel Drolin, amén de diversas traducciones al italiano, entre las que sobresale el tercer volumen de las Obras Completas de san Juan Bautista de La Salle.

Con todo, en las numerosas biografías que escribió sobre los venerables, beatos y santos lasalianos, fruto de cuidadosas investigaciones y revisiones documentales, visibilizó la forma como los santos lasalianos “hicieron suya la Regla de los Hermanos de La Salle, obteniendo su máximo provecho, porque ‘hacerlo todo con espíritu de fe’ no es más que buscar la perfección de la vida del cristiano y, en consecuencia, la santidad, completada por el ‘celo ardiente’ que sólo mira servir a Dios en el prójimo, que en su caso particular son los jóvenes a quienes dedicaron su vida”.

El Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas da gracias a Dios por la fecunda vocación del Hno. Rodolfo Meoli. Que san Juan Bautista de La Salle y todos los santos y beatos lasalianos, por cuya glorificación entregó su vida con generosidad, lo acompañen en el abrazo del Padre para recibir el merecido premio de los justos que perseveraron en su consagración al servicio del Evangelio.

Las exequias del Hno. Rodolfo tendrán lugar el lunes 23 de junio a las 10:30 a.m. en el Santuario de San Juan Bautista de La Salle, en la Casa Generalicia, en Roma, donde también se encuentra la “Capilla de los Mártires” que él mismo ideó y gestionó. Después de la celebración, su cuerpo será sepultado en el cementerio del Verano, en el espacio reservado a la Casa Generalicia.