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“Utopía es un lugar donde la novedad acontece”. Con estas palabras el Hno. Carlos Gómez, Vicario General del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, recuerda los orígenes de Utopía, una de las mayores apuestas educativas de la Universidad de La Salle de Bogotá (Colombia), que el 22 de mayo de 2010 dio inicio a un concepto innovador que ofrece a los jóvenes rurales de bajos recursos, afectados por la violencia y la exclusión social, la oportunidad de formarse como ingenieros agrónomos.

“Utopía nació para confrontar y tratar de superar una realidad en Colombia que es muy dolorosa. Y es que los jóvenes que nacen en la ruralidad tienen pocas o ninguna oportunidad de realizar sus sueños. Y además han sido afectados por la violencia y el conflicto que ha golpeado las poblaciones campesinas”, comenta el Hno. Carlos, quien fuera rector de la Universidad de La Salle y fundador de Utopía. 

“Utopía es una respuesta a esta realidad, a través de la educación superior —continúa el Hno. Carlos—, para propiciar que estos jóvenes puedan realizar su sueño de ser profesionales: ellos viven en el campus, estudian en allí y luego regresan a sus zonas de origen, porque esa es la promesa: ayudar al desarrollo integral de sus territorios rurales en Colombia”.

Un faro de esperanza

15 años después, Utopía ha erigido como el primer campus rural de educación superior en Colombia, un proyecto transformador de las periferias rurales del país, un faro de esperanza e innovación para las regiones, en el que sus más de 450 egresados ejercen un significativo liderazgo social y productivo, tornándose en empresarios del campo que no solo contribuyen al desarrollo de sus territorios, sino que comprenden y defienden el valor supremo de la vida y el cuidado de la ‘casa común’.

De ello da testimonio Ángela Abella, originaria de Trinidad, una población que se ubica en el departamento Casanare, quien reconoce que Utopía fue “una gran oportunidad para poder ser profesional en el sector agrícola”. “Hoy por hoy tengo el orgullo de portar el título de ingeniera agrónoma —agrega la egresada—, y desde mis conocimientos y experiencia estoy impactando de manera positiva mi zona rural, mi municipio, porque estoy generando conciencia sobre la producción limpia de cultivos, estoy generando conciencia sobre el trabajo en equipo, el cooperativismo a partir de la formación de una asociación de productores agrícolas y pecuarios de Yopal”. 

Por eso, para Ángela la celebración del 15.º aniversario de Utopía es motivo de gratitud “por todas las semillas que ha sembrado y porque nos ha ayudado a dignificar el trabajo del agricultor, el trabajo de los campesinos”.

Laboratorio de paz

Desde el punto de vista del rector de la Universidad, el Hno. Niky Alexánder Murcia, “después de 15 años estamos sentimos que poco a poco hemos consolidado lo que denominamos un ‘laboratorio de paz’, pues en este proyecto confluyen jóvenes de todos los rincones del país: afrodescendientes, indígenas, campesinos… que nos permite constituir una pequeña Colombia”.

En este sentido, el Hno. Niky sostiene que uno de los mayores valores del proyecto tiene que ver con la riqueza cultural del campus y la posibilidad de “poder construir juntos a partir de esa diversidad y diferencia un proyecto de paz. Ahí le apostamos y durante estos 15 años al ir fortaleciendo las estrategias y las metodologías para que esto suceda, de modo que hoy tenemos un laboratorio de paz vivo que se palpa a diario en el campus”.

Son muchas manos, mentes, corazones y voluntades las que hacen posible que Utopía sea hoy una propuesta sólida que evidencia el poder transformación de la educación. Este campus, ubicado a 12 kilómetros de Yopal, en los Llanos Orientales de Colombia, crea opciones de formación integral de alta calidad —con docentes e investigadores cualificados, laboratorios de alta tecnología, biblioteca, prácticas productivas, una planta de agroindustria y múltiples opciones para el desarrollo de talentos dentro del mismo campus—, que permite abrir sendas de esperanza desde la ciencia aplicada a la práctica (“aprender haciendo y enseñar demostrando”), la cultura de paz y la pedagogía lasallista, con el apoyo del cuerpo administrativo y docente de la Universidad, así como del equipo de filantropía y de proyectos productivos que se encargan de buscar los recursos para becar a cada uno de los estudiantes —los primeros— y de acompañar y ayudan a financiar los proyectos con los que los estudiantes regresan a sus territorios en la última etapa de su proceso de formación, para desarrollar un emprendimiento productivo que, en adelante, beneficie a su comunidad —los segundos—.

“Hemos celebrado los 15 años de Utopía en una jornada cargada de emociones, sueños y desafíos”, comparte el Hno. Camilo Aguilar, responsable del campus, al recordar el evento conmemorativo del pasado 22 de mayo. “Creemos profundamente que esta es una obra de Dios, y así lo hemos expresado al celebrar la Eucaristía y al consagrarnos a Nuestra Señora de la Alegría, una vocación particular que hemos desarrollado acá, porque la alegría es sin duda alguna una nota característica de la educación en nuestro Proyecto Utopía”.

Durante la jornada de gratitud, memoria y proyección, que contó con la participación de egresados, exrectores, donantes, directivos de la Universidad, docentes, representantes del sector gubernamental y empresarial, y, sobre todo, de los 228 estudiantes activos que cursan los programas de ingeniería agronómica e ingeniería agropecuaria, se desarrolló también un espacio académico para dialogar sobre los desafíos de la construcción de la paz, el cuidado del medio ambiente y los escenarios empresariales del campo, desde el contexto universitario.

“Finalmente hemos compartido con alegría en nuestro nuevo teatrino, la enorme riqueza cultural enorme de los y las jóvenes que se forman en Utopía”, concluyó el Hno. Camilo, al detallar que “ellos y ellas nos enseñan, una vez más, en el espíritu de la Iglesia, a caminar juntos, a construir la fraternidad en medio de la diversidad y a valorar un estilo de relaciones que nos permite cultivar el encuentro, la cercanía, la compasión, la ternura y la fraternidad”.

* Fotos: Universidad de La Salle de Bogotá.