Del 19 al 24 de noviembre, el Hermano Armin Luistro, Superior General, realizó una memorable visita pastoral a Madagascar, reforzando así los lazos con la Familia Lasaliana. A su llegada a Antananarivo, fue recibido afectuosamente, lo que refleja la hospitalidad de los Hermanos y Colaboradores lasalianos malgaches y demuestra el afecto que les une a quienes acogen.
Uno de los momentos más destacados de esta visita fue su encuentro con la comunidad del Postulantado. El Hermano Superior general se sintió especialmente asombrado por el compromiso y la alegría de los jóvenes que disciernen su vocación y buscan consagrar su vida a Dios. Su impresionante número no solo da testimonio del interés por la vida religiosa de los Hermanos, sino también de la riqueza espiritual que florece en el país, apoyada por los Hermanos y los colaboradores lasalianos.
Durante su estancia, el Hermano Armin tuvo la oportunidad de descubrir varias escuelas e iniciativas, en particular la comunidad educativa lasaliana de Sainte Famille. Elogió la unidad y el entusiasmo que reinan en ella, reveladores del amor incondicional que se profesa a los alumnos. En el Liceo Rafiringa, los alegres bailes y cantos trascendieron el simple entretenimiento, encarnando una esperanza renovada. Además, el trabajo realizado en el Taller Saint Joseph da testimonio de un profundo compromiso con los jóvenes, ofreciéndoles dignidad y oportunidades de empleo o de creación de actividades generadoras de recursos.
Los intercambios con los educadores y directivos fueron ricos y reveladores. El Distrito ha demostrado creatividad y energía, con una multitud de proyectos inspiradores. La búsqueda de una colaboración unida, bajo el lema “Un La Salle”, resuena con la visión fundacional del Instituto: que los jóvenes se reconozcan como amados de Dios, rodeados de adultos benevolentes.
160 años de presencia lasaliana en Madagascar
La tradicional bendición “tso-drano”, ofrecida por la familia del Hermano Donatien con motivo de su profesión perpetua, dejó una profunda huella en los corazones. Nos recuerda lo crucial que es el apoyo de los padres cuando uno se compromete definitivamente con la vida consagrada. La celebración de la profesión perpetua del Hermano Donatien coincidió también con los 160 años de presencia lasaliana en Madagascar. Fue un momento de fiesta en el que se entregaron numerosos reconocimientos a los lasalianos que se han distinguido por su compromiso ejemplar con su misión.
La visita culminó con una peregrinación al Santuario del Beato Hermano Raphaël-Louis Rafiringa, donde el Hermano Armin pudo constatar que su legado sigue vivo a través de las acciones cotidianas de los lasalianos malgaches en este lugar cargado de historia y espiritualidad. De cara al futuro, el Hermano Superior General compartió su deseo de que el Espíritu guíe a las comunidades educativas lasalianas de Madagascar a unir sus fuerzas para crear una comunión más fuerte. Los proyectos de educación, desarrollo sostenible y acompañamiento de los jóvenes son esenciales y darán frutos para las generaciones futuras.
Esta visita pastoral ha sido un verdadero viaje de comunión, que ha reforzado los lazos entre los lasalianos de la Gran Isla y el Centro del Instituto. Recordando cada sonrisa, cada canto, cada oración y cada intercambio, afirmamos juntos nuestra fe en la fidelidad de Dios. Que esta fidelidad siga acompañando vuestra misión, renovando vuestras comunidades y alimentando vuestros sueños, subrayó el Hermano Armin a los lasalianos.
Que el Espíritu sople sobre cada uno de nosotros, inspirando una fraternidad más profunda y una esperanza inquebrantable en los corazones de los jóvenes a los que servimos. Esta fue la oración del Hermano Armin por todos los lasalianos de Madagascar.
* Artículo escrito por el Hno. Anatole Diretenadji, Consejero General.

