Ante la partida del papa Francisco a la casa del Padre el lunes de Pascua 21 de abril, a la edad de 88 años, los Hermanos de las Escuelas Cristianas, junto con la Familia Lasallista, manifiestan sus condolencias y comunión con la Iglesia universal, agradeciendo al Señor por el fecundo pontificado de Jorge Mario Bergoglio.
“‘El amor venció al odio, la luz venció a las tinieblas, y la verdad venció a la mentira’. Este fue el mensaje pascual del papa Francisco a la Iglesia y al mundo entero este Domingo de Pascua, pocas horas antes de ser llamado al Reino de Dios, de amor, luz y verdad”, fueron las primeras palabras del Hno. Armin Luistro, Superior General, al evocar el gran legado que deja Francisco a la Iglesia y a la sociedad.
Palabras y acciones
“Esta puede ser la poderosa lección que el 266.º Vicario de Cristo predicó durante su pontificado, a veces con palabras, pero en muchas otras ocasiones con sus acciones”, continúa el Hno. Armin, al destacar que “en medio de la creciente violencia y la guerra, el proteccionismo mal entendido y la exclusión, la proliferación de mentiras y la polarización, el papa Francisco abrazó los profundos lazos de fraternidad que unen a todos los seres humanos y a toda la Creación como un solo cuerpo en Cristo”.
Con sentimientos de gratitud, el Hermano Superior General subraya que “durante los últimos doce años, el papa Francisco ha guiado a la Iglesia por el camino sinodal hacia esa esperanza que no defrauda, mostrándonos ejemplos de cómo escuchar con atención sin juzgar, caminar con paciencia como peregrinos sin prisas y amar con pasión sin reservas”.
Las nuevas sendas abiertas por el papa argentino no han estado exentas de dificultades. “Ha tenido muchos críticos vocales y poderosos dentro y fuera de la Iglesia, pero ha seguido abriendo puertas, tendiendo puentes y creando muchos espacios seguros donde se puede sembrar y fomentar el amor, la luz y la verdad”, asevera el Hno. Armin.
Con todo, la Pascua de Jorge Mario Bergoglio es también un llamado a asumir sus grandes causas. “El vacío de liderazgo que deja el papa Francisco debe ser llenado por cristianos fieles que sigan su invitación a ir a las periferias, por lasalianos comprometidos que vivan las lecciones de fraternidad en nuestras comunidades y escuelas, y por todas las mujeres, hombres y niños de buena voluntad que sean el cambio que quieren ver en nuestro mundo herido”, concluye el Superior General de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.