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Del 27 de octubre al 2 de noviembre de 2025 se celebrará en el Vaticano el «Jubileo del Mundo Educativo», concebido como un evento global e intergeneracional, en el que participarán todos los componentes del sistema educativo: educadores, estudiantes y representantes del mundo de la escuela, la universidad y los institutos teológicos de todo el mundo. Será una semana intensa de debates, conferencias, encuentros culturales y espirituales, pensada para reforzar el papel y la misión del mundo educativo en el siglo XXI.

Objetivo y temas

El evento está organizado por el Dicasterio para la Cultura y la Educación y tiene como objetivo reunir a la comunidad educativa mundial para un momento de reflexión, diálogo y renovación espiritual y pedagógica. Los temas principales se centran en el futuro de la educación y en la necesidad de volver a poner en el centro el desarrollo humano integral, también a la luz de la fragilidad y los retos a los que se enfrentan los jóvenes hoy en día. Un elemento clave de reflexión es el 60.º aniversario de la declaración conciliar Gravissimum Educationis sobre la educación cristiana.

Eventos principales

El programa incluye una serie de encuentros que abarcan desde la espiritualidad hasta la cultura, con especial atención al papel central del educador. La Santa Misa presidida por el Santo Padre, prevista para el domingo 2 de noviembre, será el punto culminante de estos días de reflexión, encuentro y compartir.

En el marco de estas importantes jornadas, también está prevista la participación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que, mediante una invitación explícita dirigida por el Dicasterio para la Cultura y la Educación al Superior General, Fr. Armin Luistro, tomarán parte en el proyecto de la aldea educativa global que incluye el evento «constelaciones de redes educativas». Se trata de un auténtico espacio de exposición y de intercambio que tiene como objetivo: 

  1. Mostrar la riqueza de la educación global para hacer emerger la vasta «constelación» de instituciones, órdenes religiosos, organizaciones sin ánimo de lucro y universidades que trabajan en el campo de la educación en todo el mundo. 
  2. Crear redes y alianzas con el objetivo de que las diferentes «estrellas» (las redes educativas) se conecten, creando una «constelación» de esperanza y proyectos para el futuro, trabajando y colaborando juntas.

Los participantes clave, además de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, como expositores y ponentes, serán algunas de las mayores redes educativas católicas e internacionales: jesuitas, salesianos, hermanos maristas, la CEI, instituciones vaticanas y organizaciones que promueven el desarrollo humano. 

Los eventos de la «Aldea» y de las «Constelaciones de Redes Educativas» se celebrarán en diferentes sedes de Roma, entre ellas la Sala San Pío X, que acogerá el intercambio de estos proyectos los días jueves 30 y viernes 31 de octubre. Esta será la parte del Jubileo dedicada a la práctica, al intercambio de modelos educativos y al fortalecimiento de las colaboraciones a nivel global.

El Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas participará en el encuentro con el Hermano Juan Antonio Ojeda, consultor del Dicasterio para la Cultura y la Educación y miembro colaborador del equipo vaticano del Pacto Educativo Global; Andrea Sicignano, director de la Oficina de Educación; la Oficina de Información y Comunicación; y La Salle Foundation, quienes tendrán la tarea de motivar la presencia del Instituto en el evento promovido por el Vaticano.

El pasado 4 de enero de 2025, el Papa Francisco, en audiencia con algunos representantes de las escuelas católicas de Italia, les planteó esta pregunta: ¿cuál es el método educativo de Dios? “Él mismo respondió que es la proximidad, la cercanía”, comenta el Hno. Juan Antonio Ojeda, “además de la compasión y la ternura, de las que ya había hablado en Fratelli tutti, al comentar la parábola del buen samaritano”.

“San Juan Bautista de La Salle practicó esta pedagogía desde el principio. Se acercó, se hizo cercano y amó con ternura, es decir, de manera tierna y concreta, a los niños y jóvenes de su tiempo, según sus características específicas, sobre todo a los más pobres y desatendidos. No los ignoró, no los educó en el anonimato, en la indiferencia y en la distancia”. […] “Estuvo cerca de ellos. Él y los primeros Hermanos eligieron vivir entre ellos para conocerlos, comprenderlos, involucrarlos, en definitiva, para tener compasión de cada uno, individual y colectivamente”, continúa el Hno. Juan Antonio Ojeda.

“Todavía hoy estamos llamados a practicar la pedagogía de la proximidad, de la fraternidad, siendo buenos samaritanos”. […] “Como nos dijo el Papa Francisco en mayo de 2022: “renovad vuestra pasión por los últimos”, tal y como hizo el Papa León XIV en la Dilexit te», reitera el Hno. Antonio Ojeda. “El papa Francisco, a lo largo de su pontificado, ha repetido en varias ocasiones que ‘educar es servir y nosotros educamos para servir’. Solo así podremos educar bien y generar esperanza, dignidad y sentido en las nuevas generaciones”.

A la voz del Hno. Juan Antonio Ojeda se une la del profesor Andrea Sicignano, quien afirma que “en diversas situaciones en el mundo, especialmente en las periferias, hemos alcanzado la plena conciencia de nuestra responsabilidad educativa y que ya la estamos viviendo y poniendo en práctica a través de la pedagogía de la fraternidad, que es el centro de nuestro trabajo”. 

“Sabemos que nuestras escuelas pueden ser escuelas de fraternidad en un mundo dividido, porque lo hemos experimentado”, comenta Sicignano. “Como educador, siempre he pensado que en la vida son más importantes las preguntas que nos ayudan a caminar y a pensar en nuevos instrumentos para un mundo más fraterno”, concluye.