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Hermano Guy-Blaise KAMENI, responsable del campamento

Por iniciativa de las dos comunidades de los Hermanos en el Chad, se ha organizado un primer campamento para jóvenes lasalianos en Bongor, una pequeña ciudad situada a mitad de camino entre Ndjamena, la capital del país, y Kélo, otra ciudad donde los Hermanos dirigen una escuela secundaria de enseñanza general y técnica.

Este campamento tuvo lugar del 3 al 6 de junio de 2021 y reunió a 26 jóvenes lasalianos de Ndjamena y Kélo. Fue coordinado por 4 Hermanos.

El tema general del campamento fue «Jóvenes e identidad lasaliana» con el objetivo principal de animar a estos jóvenes a implicarse en la gran Familia Lasaliana del Distrito.

Los participantes llegaron al recinto en la tarde del 3 de junio, se realizó el montaje y se constituyeron los equipos de animación del campamento. Ese mismo día por la tarde, a las 18:00 horas, todos los jóvenes fueron a la capilla para orar, meditar y dar gracias a Dios por las maravillas en la vida de cada uno. Tras la oración, hubo una cena de bienvenida para todos a las 19:00 horas.  A las 20:30 horas, se celebró una reunión para dar a conocer las indicaciones en torno a las actividades del campamento, se leyó la programación y se presentó el equipo del campamento.

Los demás días se dedicaron a la presentación de tres subtemas que centraron las jornadas de los jóvenes lasalianos en Bongor, a saber:

  1. Juan Bautista de La Salle y los Hermanos de las Escuelas Cristianas hoy
  2. Identidad lasaliana
  3. Jóvenes en busca de su identidad.

Estos subtemas fueron desarrollados a su vez por los Hermanos responsables y permitieron a los jóvenes conocer en profundidad y definir mejor su identidad estando atentos a la llamada de Dios. Después de cada presentación, se dio tiempo suficiente a los jóvenes para que pudieran compartir en pequeños grupos algunos de los temas que deseaban tratar más a fondo.

Además de los subtemas, se organizaron otras actividades como ejercicio físico y veladas culturales, paseos terapéuticos, relajación, fútbol, actuaciones culturales, para mantener una buena salud durante todo el campamento. Estas actividades también contribuyeron a reforzar el conocimiento mutuo de los jóvenes entre sí y de sus monitores. A esto hay que añadir los momentos de oración comunitaria y de meditación personal, las reflexiones, el ensayo de cantos religiosos, sin olvidar los momentos de convivencia en torno a las comidas y los refrescos.

Uno de los momentos más destacados fue, sobre todo, la oración de la mañana y de la tarde, cuando los jóvenes lasalianos se confiaban al Señor a través de los ejercicios espirituales en la capilla del Centro, un lugar ideal para el recogimiento en silencio. Cristianos y no cristianos participaron en estos ejercicios, un descubrimiento para la mayoría.

Los testimonios recogidos de los jóvenes lasalianos sugieren que están muy satisfechos con el desarrollo del campamento, el contenido de los temas tratados y la organización general del mismo, sobre todo porque llevaban mucho tiempo esperando este campamento, tras múltiples aplazamientos a causa de Covid’19. Los 18 jóvenes que vinieron de Yamena y los 8 jóvenes de Kélo participaron activamente en las diferentes actividades durante todo el campamento y esperan con ilusión una segunda edición.

Antes de abandonar Bongor, el domingo 6 de junio, los jóvenes lasalianos participaron en la celebración de la Eucaristía en la parroquia de San José de Bongor, donde la Iglesia celebraba el Corpus Christi. Con motivo de esta misa, el Hermano encargado del campamento tuvo la oportunidad de dirigirse a los fieles presentándoles las vocaciones lasalianas en general y la del Hermano de las Escuelas Cristianas en particular.

Para terminar, hay que señalar que la víspera de su partida hacia el campamento, los jóvenes lasalianos de Yamena habían acudido, con las manos bien provistas de productos de primera necesidad (arroz, pasta, leche, aceite, jabón…) a visitar a los niños huérfanos, residentes en el ORFANATO DIEU BENI situadoen Gassi, uno de los barrios alejados de la ciudad. Un gesto inesperado y muy bien valorado por el promotor de esta estructura social que acoge a unos 70 niños huérfanos de madre cuyas edades oscilan entre los 0 y los 12 años.