El lunes 8 de diciembre, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el Noviciado Interafricano Notre Dame de Grâce de Bobo-Dioulasso acogió a los postulantes que han pasado a ser novicios de primer año e inician su camino de su formación en el Noviciado; una ceremonia rica en simbolismo y profunda espiritualidad lasaliana.
Un total de veintitrés jóvenes participaron en la ceremonia de ingreso y toma de hábito, procedentes de cinco Distritos y la Delegación de la parte francófona de la Región Lasaliana de África: El Distrito de África Central cuenta con un novicio; del Distrito Lasaliano de África Occidental (DILAO) son ocho; cinco del Distrito de Madagascar; cuatro de la Delegación de Ruanda; y cinco novicios del Distrito del Congo Kinshasa.
Durante la celebración, el Hermano Jovite Diarra, Visitador Auxiliar, en representación del Hermano Rodrigue Toeppen, Visitador Titular del Distrito Lasaliano de África del Oeste (DILAO), invitó a los novicios a seguir el camino propuesto por el Evangelio de San Juan, en tres etapas: en primer lugar, invitó a los novicios al diálogo y a la apertura; en segundo lugar, les invitó a buscar el “agua verdadera”, el “agua viva” que es Jesucristo, que debe dar sentido a su compromiso; y en tercer lugar, los nuevos novicios fueron invitados al testimonio y a la misión.
“Que Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción os conceda vivir un noviciado fructífero para vosotros y para las personas que encontraréis junto a un pozo, en un camino, en un aula, en una familia”, imploró el Hermano Jovite a la Virgen María.
Por su parte, el Hermano novicio Jean-Michel Nayo, en nombre de la “promoción San Escubilión”, recordó el lema del Noviciado: “¡Todo está conectado! Seamos más teniendo menos”. A continuación, se refirió también al tema del itinerario de formación: “Jesucristo me une a Él para promover la conversión ecológica integral y la fraternidad universal a través del servicio educativo y evangelizador de los pobres”.
“Voy a explicarles las diferentes partes del tema de nuestro itinerario, que se resume en cuatro partes.
- Jesucristo me asocia a él: una vocación de comunión y misión. Esta expresión afirma que la misión proviene de una llamada de Cristo. Estar asociado a Jesús significa entrar en su visión, adoptar su estilo de vida y compartir su misión. En la tradición lasaliana, esto expresa la consagración al servicio educativo de los pobres. Es una gracia recibida y una responsabilidad que hay que vivir.
- Promover la conversión ecológica integral: convertirse con toda la creación. Inspirada en Laudato si’ y Laudate Deum, encíclicas del Papa, la conversión ecológica integral recuerda que todo está conectado: Dios, el ser humano y la naturaleza. Implica un cambio profundo en nuestra forma de vivir, una espiritualidad ecológica, la sobriedad y gestos concretos. Es una conversión espiritual, moral, relacional y comunitaria.
- La fraternidad universal: convertirnos en artesanos de la unidad. En la carta encíclica del Papa sobre la fraternidad universal, Fratelli tutti, se hace un llamamiento a vivir como hermanos y hermanas sin fronteras. Esto incluye el rechazo de la discriminación, la promoción del diálogo, la paz y el respeto mutuo. En la formación religiosa, esto se vive a través de la acogida, la escucha, la comunión y la superación de las divisiones. El religioso se convierte en constructor de puentes.
- A través del servicio educativo y evangelizador de los pobres. El tema se realiza en el carisma lasaliano: enseñar, acompañar y evangelizar a los pobres. La educación se convierte en un lugar de conversión ecológica (formar en la responsabilidad hacia la creación) y de fraternidad universal (educar en la paz y la solidaridad). Es una misión humilde, encarnada, cercana a los jóvenes”.
El Hermano novicio Jean-Michel concluyó afirmando que “el tema invita a nuestra promoción a unirse a Cristo como fuente de la misión; a vivir la conversión ecológica; a construir la fraternidad universal; a servir a los pobres en el espíritu de La Salle”. “En este día bendito, en el Noviciado Interafricano de Bobo-Dioulasso, renovamos humildemente nuestro sí a Cristo, siguiendo el ejemplo de San Juan Bautista de La Salle, confiando en aquel que nos ha llamado y que realiza en nosotros su obra. Que el Señor nos conceda la gracia de la fidelidad, la sencillez, la caridad fraterna y el celo por la educación de los jóvenes, especialmente los más desfavorecidos”.
* Artículo escrito por el Hno. Élisée Lare, Secretaría de DILAO.

