“Jesús me llama a ser testigo de comunión y esperanza a través del servicio educativo y evangelizador de los pobres”. Con esta profunda convicción que ha delineado su itinerario espiritual, 14 Hermanos del Noviciado Interafricano Notre Dame de Grâce, en Bobo-Dioulasso (Burkina Faso), han pronunciado sus primeros votos mediante la consagración al Dios Trinidad, para procurar ‘Su gloria’, el pasado viernes 13 de junio de 2025.
Se trata de los Hermanos Germain Diarra, Jean-Marie Langbatibe, Firmin Some, Judicaël Traore, Jean de Dieu Yadia (del Distrito Lasaliano de África del Oeste, DILAO), Louis Pierrick Boupda Mooh Dibongue, Evrardo Djimadoum (del Distrito África Central), Félix Marco Christian Andrianjato, Heriniaina Vahanala Géoffroy Éric Fanirisoa, Tafitasoa Jean Rochel Randrianaivo (del Distrito de Madagascar), Jorvany Eale Lifoka, Jonathan Muimba Muimba, Jonas Tati Matondo y Gilbert Tsonde Lufuma (del Distrito Congo-Kinshasa).
De este modo, con la profesión temporal, completaron dos años de formación en el noviciado con una sobria celebración eucarística que reunió a las diferentes congregaciones del Internoviciado de la Arquidiócesis de Bobo-Dioulasso, la cual fue presidida por el Padre Toussaint Sanou, de la parroquia San Mauricio de Sakaby, y concelebrada por el Abad Hilarion Moukoro, de la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Bomborokuy, de donde proceden tres de los jóvenes profesos.
Además de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, han participado en la celebración las Hermanas Guadalupanas de La Salle, algunos miembros de otros institutos religiosos, padres de familia, amigos y conocidos.
Seguir a Cristo
Los jóvenes profesos emitieron los votos de asociación para el servicio educativo de los pobres, estabilidad, castidad, pobreza y obediencia, acorde con la Regla del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
Para el Hno. Louis Pierrick Boupda Mooh Dibongue, “la emisión de mis primeros votos significa mi compromiso de seguir a Cristo en el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. En este día de mi consagración religiosa tengo un sentimiento de alegría. Este sentimiento proviene del hecho de que Dios me asocia hoy a su obra de amor a través de la consagración religiosa. Mi mayor esperanza para el futuro es ver a los Hermanos continuar con creatividad la herencia recibida de nuestro Santo Fundador, San Juan Bautista de La Salle”.
Tocar los corazones de los jóvenes
El Hno. Jean-Marie Langatibe, por su parte, comparte que “esta primera profesión religiosa es cómo acoger a un recién nacido en una familia y pasar a otra etapa. Estos votos me invitan a dedicarme más plenamente a los demás, especialmente a los niños y jóvenes que me serán confiados. Mi esperanza para el futuro es ser un embajador para difundir las virtudes lasalianas y ver a todos los lasalianos trabajando juntos para tocar los corazones de los jóvenes que acompañamos y transformar sus vidas”.
“Para mí, el pronunciar los primeros votos es el signo de mi entrega total y gratuita a Dios y mi esperanza para el futuro es ser un servidor de Cristo por el don de mí mismo, a través de la educación de los niños pobres”, subraya el Hno. Jean de Dieu Yadia.
Un signo de vitalidad
“Convencidos de su llamada y aceptados por los Hermanos Visitadores de los cuatro Distritos respectivos, estos 14 valientes jóvenes, con su profesión religiosa, están dando un signo de vitalidad a nuestra Región y al Instituto global”, asegura el Hno. Jacques Montchebi, Director y primer responsable de la formación de los futuros Hermanos, para quien “la profesión religiosa en el curso de formación de los Hermanos de la Región Lasaliana de África y Madagascar (RELAF) es ante todo un acto de acción de gracias a Dios. A través de una rica formación humana, cristiana, religiosa y lasaliana, los jóvenes Hermanos profesos han asimilado conocimientos (saber y saber hacer), valores y actitudes (saber ser, saber convivir y saber creer) que constituyen su EPI (Equipo de Protección Individual) para el combate espiritual”.
“Pero esta armadura exterior no basta —continúa el Hno. Jacques—; las capacidades adquiridas, desarrolladas y potenciadas mediante la adopción e integración de valores, normas y actitudes, constituyen sobre todo su CIP (Capacidad Interiorizadora Previsible) para dicho combate”.
Libertad interior
Por su parte, el Hno. Rodrigue Toeppen, Visitador del Distrito Lasaliano de África del Oeste, se ha dirigido a los nuevos Hermanos profesos, al final de la celebración eucarística, recordándoles que “el tiempo del noviciado les ha enseñado algo fundamental: para que su opción de vida sea plenamente asumida con transparencia, debe ser libre, debe proceder de una gran libertad interior. Esta es la condición para el desapego de todo, del ser, del tener, del devenir”.
“Los invito, Hermanos, a buscar y adquirir esta libertad interior para que la ofrenda que hagan de su vida sea un verdadero holocausto, totalmente consumido y agradable a Dios. Tendrán conflictos, incomprensiones, dificultades, sin duda, pero no olviden que quien los llamó es fiel y cuida de ustedes. Mientras permanezcan unidos a Él, darán fruto. Que el Espíritu los fortalezca en su elección”, concluyó el Hno. Rodrigue.
* Artículo elaborado con la colaboración del Hno. Élisée Lare. Fotos: Hno. Élisée Lare.