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El sábado 28 de junio amaneció nublado y algo fresco en Nairobi (Kenia), lo normal en estas fechas. Tímidamente el sol fue apareciendo para engalanar el gran día. Todo estaba preparado externamente pero más aun internamente: sus corazones estaban ardientes por expresar con la fórmula de votos y un rotundo “Aquí estoy, Señor” su primera profesión como Hermanos de las Escuelas Cristianas.

Los nuevos Hermanos profesos, Ambrósio Amisse Fastudo, Benedito Mateus Gabriel, Delfino Baptista Alfredo, Florêncio Natalio Amisse, Neto João Ângelo, Pascoal Evaristo (de Mozambique), Richard Mbaamemga Koonoo (de Nigeria) iniciaron oficialmente su noviciado el 17 de febrero de 2024 y lo finalizaron el 28 de junio de 2025, tras intensos meses de crecimiento personal, espiritual, comunitario, misionero, que completaron con el retiro preparatorio para la primera profesión, animado por el Hno. Chris Patiño, Consejero General. 

La ceremonia de profesión tuvo lugar en la capilla del noviciado, en 89 Marula Lane, Karen, Nairobi, a partir de las 10 de la mañana. Presidió la eucaristía el Padre Jonathan Acuña, Misionero de la Consolata, que desde hace poco tiempo trabaja en la misión de Loinyangalani, al norte de Kenia, e hizo un gran esfuerzo por acompañarnos. El Hno. Betre Fisseha, Visitador, en nombre del Hno. Superior General recibió los votos de los nuevos Hermanos profesos. 

La capilla había sido ataviada para la especial ocasión, la casa bien adecentada para acoger a los diversos peregrinos de esperanza que, desde diversos rincones de Kenia se unieron a nosotros en este significativo momento de esperanza para nuestro Distrito. Varias comunidades religiosas, Hermanas de Don Orione, Hermanitas de Santa Teresita del Niño Jesús, Hermanas Misioneras de la Evangelización, Hermanos Misioneros de la Caridad (los Hermanos recién profesos habían vivido una rica experiencia en las periferias, en su Casa de Kibera); mama Mwangi, nuestra humilde vecina que es la encarnación de la viuda generosa del Evangelio que dio más de lo que tenía; una representación de La Salle School Nairobi; comunidades lasalianas del Escolasticado de Nairobi, Rongai, Homa Bay, Mwangaza Nakuru, Karemeno,  numerosos amigos…

La ceremonia fue bien animada, participativa y significativa. En el momento de la acción de gracias, los nuevos Hermanos profesos entonaron en canto: “Aquí me tienes Señor”, compuesto por el recién profeso Hermano Richard Koonoo, que entre otros dones es un talentoso músico. El estribillo del himno dice: “Aquí estoy, envíame, Señor. Sé que me amas y que tus planes para mí son grandes. Te lo doy todo, Señor, tómame como soy, aquí me tienes, Señor”.

Al final de la celebración eucarística, el novicio Jude Dutse Ahon, representante de los nuevos novicios, pronunció un bonito discurso de despedida a los nuevos profesos. En su mensaje, expresó: “Hermanos, hemos recorrido juntos este sagrado camino de formación. Hemos compartido oraciones, comidas, momentos de convivencia, reflexiones e incluso momentos de desafíos y crecimiento. En el silencio de nuestra capilla, en la sencillez de nuestras rutinas diarias, en las risas que resuenan por nuestros pasillos y en las profundas conversaciones de fraternidad, hemos llegado a conocernos no sólo como compañeros novicios, sino como verdaderos hermanos en Cristo. 

Vuestro compromiso de hoy no es sólo una inspiración para nosotros, sino también un poderoso recordatorio de la belleza y el coste del discipulado. Habéis elegido abrazar los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia no como cargas, sino como caminos liberadores para servir a Dios y a la humanidad, especialmente a los jóvenes y a los pobres”. 

A continuación, el presidente de los novicios, el ahora recién profeso Hno. Pascoal Evaristo, en nombre de su grupo, pronunció un mensaje lleno de gratitud, y señaló que “hoy termina la primera etapa de nuestra formación, la etapa que es el corazón del Instituto (Noviciado) y también marca el comienzo de una nueva etapa de nuestro SER en el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas”.

De igual forma, el Hno. Agustín Ranchal, Maestro de Novicios, compartió su experiencia positiva de fraternidad en el Noviciado, y agradeció a todos los presentes su apoyo y las muchas manos visibles e invisibles que contribuyeron a la preparación de este día. Destacó que “hemos sido testigos del don de la fraternidad”.

El Hno. Betre Fisseha, Visitador del Distrito de Lwanga, se dirigió a los Hermanos recién profesos destacando que “vuestra primera profesión no es simplemente una ceremonia; es un acto radical de fe, una alianza personal con Dios, y un testimonio público de vuestro amor por Él y por su pueblo, especialmente por los jóvenes y los pobres”. “Como dice la Regla de los Hermanos: ‘por su consagración, los Hermanos se comprometen a la misión de la educación humana y cristiana como seguimiento de Cristo’. Ahora formáis parte de esa misión”.

Tras la sesión de fotos y tras partir la tarta, todos los participantes se unieron a la comunidad en un agradable almuerzo y tiempo de fraternidad. 

A partir de su experiencia, el Hno. Benedito Mateus Gabriel ha comparado el Noviciado con el tiempo que Jesús pasó en el desierto: “supone el tiempo dedicado a la preparación para la misión pública. El momento de la consagración a Dios, el acontecimiento en sí representa el momento de estar listo para partir, como un hombre nuevo, dispuesto a difundir el Evangelio a través del ministerio educativo, evangelizador”. “Estoy agradecido por la experiencia vivida y aprendida. Mi corazón ha sido tocado, y ahora está listo para tocar los corazones de los demás”, concluyó el Hno. Benedito.

Que san Juan Bautista de La Salle anime y acompañe a nuestros Hermanos recién profesos, verdaderos peregrinos de esperanza para el Distrito de Lwanga y para todo el Instituto.

* Artículo elaborado con la colaboración del Hno. Agustín Ranchal.