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Por: Oficina de Comunicaciones del Distrito Arlep (España – Portugal)

El pasado 1 de octubre, el Centro La Salle Arlep acogió la celebración de iniciación a la vida religiosa de Borja y Cristian, a los que acompañaron en este decisivo paso de su vida familiares, Hermanos significativos en su historia personal, Animadores de Zona del Distrito, Hermanos y seglares participantes en la formación del CEL (Curso de Estudios Lasalianos), Hermanos de la Comunidad del Centro, el Hermano José Román Pérez, Visitador Titular, y los Hermanos Visitadores Auxiliares.

El lema escogido por Cristian y Borja fue “Y él respondió: Ardo en celo por el Señor, Dios del universo” (1 R 19, 14), que recoge su recorrido personal, diferente en sus particulares historias, pero confluyente ya en el Postulantado durante el curso pasado y en la actitud de escucha y diálogo con el Señor, a través de la brisa suave de su Espíritu, que les va configurando vocacionalmente para entregarse con pasión a la evangelización de niños y jóvenes.

La celebración eucarística, preparada con detalle por toda la Comunidad del Noviciado, tuvo su momento central en el diálogo de los dos novicios con el Provincial, en el que expresaban su deseo de seguir a Cristo, consagrados como Hermanos de La Salle, y su disposición a vivir estos dos años privilegiados de formación experimentando plenamente la vida del Hermano en todas sus dimensiones.

A continuación, los Hermanos formadores del Noviciado, les hicieron entrega de los tres símbolos clásicos que sellan el compromiso institucional de caminar juntos en la formación inicial: la Biblia para que la estudien y se dejen iluminar por la luz de la Palabra; la Cruz como fuerza salvadora a través de la relación con Jesucristo y los que sufren; y la Regla de vida donde se expresa el carisma y la actitud del discípulo de Juan Bautista de La Salle.

El Hermano Armin Luistro, Superior General del Instituto, se hizo presente, en la entrega de la Regla, a través de una dedicatoria con su firma y sello, expresándoles personalmente su deseo de unirse a cada uno de los novicios en el apasionante camino de la fraternidad y deseándoles que descubran en el Noviciado la cálida presencia del amor de Dios.

Finalizada la ceremonia, y después de las felicitaciones a los novicios, se disfritó de un ágape fraterno que completó la celebración de esta alegre fiesta. Esa tarde se hacía oficial el inicio del Noviciado, que en realidad han comenzado un mes antes los Hermanos Eladio García, Pedro Alonso y Fernando González junto a Borja Llamas y Cristian Díaz. Han sido días intensos de trabajo para acondicionar la vivienda y para conocerse de manera informal en el roce cotidiano. Dedicamos algunas horas a realizar el proyecto comunitario y cuatro días de retiro, animado por el Hermano Esteban de Vega, como preparación al inicio del Noviciado.

El sentimiento predominante, después de este día, es el agradecimiento por estos comienzos, en los que hemos contado con la colaboración de muchos Hermanos y seglares que nos han ayudado a situarnos en este nuevo contexto. Nos sentimos humildemente agradecidos por la generosidad del Señor para con nosotros, ya que no deja de cuidarnos con su providencia y de tocar nuestros corazones para hacernos más Hermanos.

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