¿Por qué un año de la espiritualidad?

Hace dos años nuestros delegados, en el Capítulo General, decidieron “dedicar el año 2025 a profundizar y compartir la espiritualidad lasaliana en la Iglesia y el mundo, con motivo de la celebración del 300 aniversario de la Bula de Aprobación”. (46.o CG, 2.1)

Esta decisión iba asociada a otras dos: la de “crear una red internacional de Espiritualidad Lasaliana que apoye a los animadores y acompañantes en la vida  interior, que patrocinará programas, experiencias y recursos internacionales, regionales  y distritales.” (2.3) Y, además, indicaba una forma de acompañamiento con un Consejero a cargo y un posible secretariado. (2.2)

Esto como parte del segundo camino de transformación del Instituto, el camino de la disponibilidad radical a Dios. Este año es una oportunidad para recomenzar. Tenemos un tesoro para compartir, nuestra espiritualidad de educadores.

Recursos

Meditación

Lo primero, pues, que debe hacerse en la oración, es penetrarse interiormente de la presencia de Dios; lo cual ha de hacerse siempre por un sentimiento de fe, fundado en algún pasaje de la Sagrada Escritura.

EM 2,14

Eso que llamamos « espiritualidad » es un modo de referirnos a una relacion de amistad, persona a persona, con Dios. Un Dios presente, es decir, Alguien cuyo estar nos afecta personalmente. Tomarnos un tiempo largo, cotidianamente, para estar juntos es fundamental para alimentar esta relacion de amistad.

Lo primero, entonces, es ahondar nuestra conciencia de esa presencia. La Escritura nos ayuda a abrir los ojos y ver al Invisible. La Escritura nos da el correcto sentir acerca de la vida, sentirla desde la fe, sentirla en confianza y abandonarnos a esa presencia amistosa, paterna, materna, fraterna.

La Salle dice “penetrarnos” de esa presencia. Asi esta conciencia de no estar solos se nos ira haciendo permanente.